jueves, mayo 25

Mujeres: ¿Lo que nos pidan, podemos?

En más de alguna ocasión me han tildado de feminista, de odiar a los hombres, y alguna vez me dijeron lesbiana porque, aparentemente, tengo posturas un tanto radicales y reclamo muchísimo contra ciertas actitudes que me tienen bastante apestada.

Frente a estos comentarios, cualquiera creería que salté en una pata al enterarme de que nuestra querida presidenta quiere establecer la paridad como política de gobierno. La verdad es que lo considero una estupidez.

"Impulsaremos una ley de cuotas para corregir el déficit de representación política femenina", cita el periódico nacional La Tercera [uyyy, se me pegó el estilo de Brave New Americas]. La ministra del Sernam, Laura Albornoz, explicó que "paridad significa 50% para cada género y ésa es la participación femenina que el Gobierno buscará conseguir en las candidaturas de los partidos políticos" (fuente).

Esta práctica no es algo nuevo y se ha instaurado ya en diversos países con diferentes resultados y controversia. En EEUU es conocida como Affirmative Action, enmarcada legalmente por primera vez en el país en 1961 por el presidente Kennedy y ratificada por Decreto Ejecutivo en 1965, durante la administración de Johnson. Obviamente, no hay que dejar de lado el contexto de lucha racial -ése era su enfoque en aquel entonces- en que estaba sumido el país. En un principio se aplicó al segmento laboral, y posteriormente se aplicó a la educación.

El Reino Unido estableció en 1998 que la policía nacional de Irlanda del Norte debe tener igual número de católicos y no católicos en su contingente.

¿Por qué me molesta esta propuesta? Simplemente, porque considero que la medida que quiere instaurar nuestro gobierno (y digo "nuestro" porque no tengo alternativa) no es más que discriminación inversa. ¿Qué significa en buen chilensis? Fácil: que si hay dos candidatos para desempeñar un cargo determinado -un hombre y una mujer-, pero no se ha completado la "cuota", será designada la mujer aunque sea conocida sólo en su casa y el hombre tenga mil méritos más que ella. Más claro, imposible. O sea, es imposible tomar decisiones de esta envergadura -escoger a quienes administrarán nuestro país- basándose en una mera ecuación matemática tan cuadrada y si fundamentos como ésta. Ya el hecho de que Michellecita haya designado a sus ministros/as con ese criterio me parece un disparate (¿o me van a decir que justo justo los mejores era exactamente 50% hombres y 50% mujeres??? Notable coincidencia).

Recuerdo todavía cuando un muy buen amigo intentó convencerme de votar por su candidata: "¿pero no quieres tener una mujer presidenta" (obviemos por un segundo la redundancia). ¡Por favor! Creo que mi expresión fue respuesta suficiente y no necesité emitir palabra.

Aclaremos una cosa: soy partidaria en un 100% en que un mayor número de mujeres ocupe cargos de importancia, siempre y cuando sean las personas mejor calificadas. No si las nombran sólo por cumplir con una determinada proporción. Probablemente muchos se me querrán tirar encima, pero lo que se propone no garantiza ningún tipo de equidad, y mucho menos de calidad, que al fin y al cabo es lo que realmente interesa.

Por otra parte, me sucede lo mismo que con el día de la mujer (y sí, tengo claro que hay antecedentes históricos). Si luchamos tanto por ser iguales (y ojo, que yo considero que no lo somos y eso me alegra, pero eso es tema para otro post), ¿por qué diablos necesitamos un día especial? ¿por qué no hay también un día del hombre? Al intentar obtener igualdad, sólo marcamos aún más las diferencias.

Para mí, lo más horroroso de esta situación es que concuerdo con María Angélica Cristi, quien declaró que "incluirnos a la fuerza en las plantillas de los partidos políticos nos denigra, porque presume que sin bastones legales las mujeres no seríamos capaces de conquistar espacios políticos (...) nos asume como ciudadanas de segunda categoría" (fuente - págs. 6-7).

6 Comments:

Blogger Pato Larraín said...
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Interesante lo que hablas en tu Blog y como lo planteas. Yo creo que esta bien bueno que las mujeres sean tratadas con igualdad, sin embargo eso no significa "regalar" el puesto. Obviamente tiene que ver con la capacidad, estudios, experiencia, etc. Ahora bien, bajo la mirada de la paridad, no queda otra que entender que sera 50% y 50%.
Este gobierno necesita que su discurso feminista y de igualdad, se cumpla.

Saludos Moira

26 mayo, 2006 14:39  
Anonymous Anónimo said...
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Estoy de acuerdo...el punto es que la discriminación hacia las mujeres existe hasta el día de hoy. Dudo que una ley logre cambiar cuestiones tan arraigadas en "inconciente colectivo" Pero ¿cómo lo arreglamos? ¿Con educación? ¿Esperamos a que el tiempo pase? ¿y mientras, qué?

26 mayo, 2006 17:19  
Anonymous Anónimo said...
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Siempre me ha llamado la aención el hecho de que en Chile todos pensamos que podemos arreglarlo todo dictando leyes.

Estoy completamente de acuerdo contigo. Esto que han hecho no es proponer igualdad, es crear un ambienete artificial de supuesto respeto por las capacidades de la mujer, cuando en realidad es la cosa más machista y estúpida de todas las brutalidades que se le han ocurrido al gobierno.

Tan fácil que se "come" la gente estas leseras de "cuotas" y "paridades".

Buen post, como siempre.

Saludos.

27 mayo, 2006 17:55  
Blogger Sorecita said...
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Amiga mia, que cuentesito este del girl power, en realidad estoy de acuerdo con que los espacios se ganan por capacidad, el único problema es que muchas veces los hombres tampoco se han ganado el espacio presisamente por ser los mas capaces...en todo caso, legislar, no es la forma adecuada de derribar las barreras idiosincraticas que nos colocan en muchas ocaciones en desventaja frente a nuestros machitos, dificil de asumir pero es así, la mujer es la gran culpable de marcar las diferencias, que luego se vuelven en nuestra contra y lo que hay que asumir es un cambio de mentalidad y no un cambio legislativo tan discriminatorio como lo que intenta evitar...

Besos
Las Sores

30 mayo, 2006 20:59  
Anonymous Anónimo said...
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Bueno el post y por lo demás, tienes toda la razón pero, al final da lo mismo, total la calidad no será núnca el parametro para ocupar un cargo en este pais, si no, la pitucracia. A modo de ejemplo, no te parece extraño que el Sr. Fco. Vidal vocero y posterior ministro del interior del gobierno anterior sea hoy en dia el director de TVN, aHH??

01 junio, 2006 13:13  
Blogger Cristián Salvo Vulelija said...
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mmmm... todo esto demuestra que seguimos siendo un país profundamente machista... y eso aún no tiene remedio...

Saludos cordiales

01 junio, 2006 19:12  

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